y tan perpetua que ella estaba
se fue su ancla
eslabón a eslabón
quién habrá estado para verla allí
en el momento justo
en el que el suelo se hacía tierno
y el brotar vencía a la lápida
y la roca viva vencía a la lápida
vencedme a la civilizada
que nuestra dicha será en salud
traed traedlo
que nos cuente la caída al retorno
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