jueves, 24 de diciembre de 2009

Cita

a poco que el día L sople nos veremos tú y yo sin equilibrio
inmersos en una simetría que asusta

(en "el día L", Los límites)

sábado, 19 de diciembre de 2009

Presentando respetos

Es así. Los ves pasearse y repasearse, decir Aquí. Los ves que miran la inscripción o miran los árboles de alrededor pensando ¿Estarían estos presentes? Valor para estar callados, pobres sin bocas para decir tú y tú y tú. Así funciona la memoria según algunos. Así, se ponen a leer sus libricos renuevos, o se llevan la comida si llevan niños. Digo yo que ninguno se atrevería que el perro hiciese su caca en este lugar. Fotografías, seguro que sí, la de flashes que verían los paisanos. Formas de turismo, que digo yo. No he estado, pero tengo una imaginación sencilla y terrible.

Pero, vamos, aquí el problema. Sucede que las guías de turno estaban equivocadas y aquí ha caído bajo el peligro de los deícticos. Aquí ya no es. Ellos tienen ahora fotos, lecturas, ingestiones que ya no tienen el mismo significado. Hasta pensamientos, puff, pensamientos que ya no valen. Y es que el teleobjetivo estaba desviado. La distancia nos hace esas putadas. ¿Y ahora quién es el guapo que deja la foto esa ahí colgada para que quien pase le crea timado y le tenga por un pardo? Vaya, que ahora qué hacemos después de que lo hayan dicho, que hayan dicho ahí ya no es.

Pues, nene, qué te voy a decir. ¿Que ya pueden cortar esos árboles; que ese sitio ya no es santo? Que va, ya te he dicho que yo ni fui. El asunto realmente está en que podrías haber dedicado ese mismo tiempo de tu reflexión en tu camita incluso, que tiene la misma validez. Que lo que fue, fue. Porque, nene, los deícticos son así, y en este caso sólo valían para la mitificación y el turismo.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Enlace

Dice en una entrevista, que ha de tener unos cuantos años según los libros que nombra al principio, antención:

"El amor entre dos personas sólo es posible porque el otro te devuelve conocimiento de ti mismo."

Eso es una verdad como un templo. Lo contrario es mentira. Me explico. Se puede, al particularizar, desentrañar significados en esas palabras, ahondar y buscar prole a esa palabra conocimiento, pero, realmente, si no hay devolución en ese sentido, desengañase quien quiera, es otra cosa lo que hay.

No es nada nuevo, soló que me ha hecho ilusión verlo dicho. Encontré la entrevista. Estaba yo de obsesión con el regalo de navidad. Pongo el enlace por si alguien tiene curiosidad por lo que puede decir. Para no engañar, este comentario es aislado, no va de eso, he cogido lo más comercial. Dice otras cosas bien interesantes. Juan Carlos Suñen.

http://www.cisi.unito.it/artifara/rivista2/testi/entrevista01.asp

lunes, 7 de diciembre de 2009

Se nos ahoga

Se nos ahoga,
ella se nos ahoga y yo con una cara de tonto impresionante -me dice en este sordido bar-, qué voy a hacer yo si lo único que me llena la cabeza es ese ahogo. Tengo que venir aquí y llenarme la garganta buscar alguien como tú que nos sientes la tristeza. Ella se nos ahoga de no hacer nada con las manos. Se consume. Esta vida la consume, una cafetera. El agua y el café molido. Se queda igual de inútil. Un bloque compacto no le quedan poros y se nos ahoga. Todo lo posterior tiene ese regusto a quemado, lo que pruebas de su después es tan triste. ¿Has abierto la tapa de un cacharro de esos en el proceso? A ella la vida que lleva le está haciendo igual. Podemos ver cómo de su posibilidad sale del conducto denso y cercano al coagulo el pago que se lleva esta mundo de mierda. Es triste, joder, es triste verlo escurrirse de las bocas de la chimenea a los almacenes del reino. Se nos ahoga y le vemos las manos tristes. Si ella hiciera con sus manos, si ella hiciera con las manos su posibilidad.
Bebe y niega con la cabeza, la agacha o la sube mirando quiém sabe como todos. Siento la tristeza que le llena.