lunes, 7 de diciembre de 2009

Se nos ahoga

Se nos ahoga,
ella se nos ahoga y yo con una cara de tonto impresionante -me dice en este sordido bar-, qué voy a hacer yo si lo único que me llena la cabeza es ese ahogo. Tengo que venir aquí y llenarme la garganta buscar alguien como tú que nos sientes la tristeza. Ella se nos ahoga de no hacer nada con las manos. Se consume. Esta vida la consume, una cafetera. El agua y el café molido. Se queda igual de inútil. Un bloque compacto no le quedan poros y se nos ahoga. Todo lo posterior tiene ese regusto a quemado, lo que pruebas de su después es tan triste. ¿Has abierto la tapa de un cacharro de esos en el proceso? A ella la vida que lleva le está haciendo igual. Podemos ver cómo de su posibilidad sale del conducto denso y cercano al coagulo el pago que se lleva esta mundo de mierda. Es triste, joder, es triste verlo escurrirse de las bocas de la chimenea a los almacenes del reino. Se nos ahoga y le vemos las manos tristes. Si ella hiciera con sus manos, si ella hiciera con las manos su posibilidad.
Bebe y niega con la cabeza, la agacha o la sube mirando quiém sabe como todos. Siento la tristeza que le llena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario